La comunicación estratégica es una herramienta
fundamental de diferenciación y de generación de negocios, imprescindible para
todo tipo de corporaciones.
Actualmente, son cada día más las compañías, sin distinción de rubros, que utilizan dentro de sus actividades, comerciales o promocionales, las herramientas que la comunicación provee, ya que descubren que la realidad empresaria se caracteriza por su naturaleza compleja, dinámica y cambiante, orientada a las necesidades del cliente y en busca de la innovación permanente.
Actualmente, son cada día más las compañías, sin distinción de rubros, que utilizan dentro de sus actividades, comerciales o promocionales, las herramientas que la comunicación provee, ya que descubren que la realidad empresaria se caracteriza por su naturaleza compleja, dinámica y cambiante, orientada a las necesidades del cliente y en busca de la innovación permanente.
Por este motivo, toda empresa o institución, que
aspire a ocupar un lugar en el mercado y en la opinión pública, debe contar con
un plan de comunicación estratégicamente diseñado, que acompañe al desarrollo
de su plan de negocios.
La comunicación es un proceso integrado y constante
que ofrece beneficios reales. Como todo proceso, requiere disponer de un
conjunto de recursos e instrumentos, donde cada uno de ellos responda a
estrategias y objetivos previamente determinados. De esta manera, se facilita
la percepción favorable de parte de los públicos receptores, a los que se
orientan las acciones.
El manejo de la comunicación involucra los diferentes
niveles de la compañía y debe buscar proyectar una imagen única y coherente,
como síntesis de la misión y valores que se reconocen en forma interna. Es por
esto que la planificación de estrategias y actividades comunicacionales debe
orientarse a tres tipos de públicos diferenciados:
- Los
públicos internos, que comprenden al personal en relación de dependencia
directa con la compañía y su entorno familiar más cercano.
- Los
públicos externos, que son aquellos que influyen en la vida organizacional
desde una posición de interés relativa y comprenden a clientes, medios de
comunicación, competidores, etc.
- Finalmente,
los públicos intermedios, que son distribuidores, proveedores, agentes de
venta y otros grupos de interés que pueden verse afectados por alguna
circunstancia.
Siempre teniendo en cuenta las características de estos públicos, la planificación de la comunicación repercute en el grado de conocimiento del entorno inmediato en el que la empresa interactúa, así como, al distinguir públicos clave, elabora estrategias que fomentan y mantienen relaciones comerciales sólidas, permanentes y positivas.
El diseño de actividades para estrechar vínculos
entre la empresa y sus públicos se orienta a la creación de canales de
comunicación eficaces -tanto formales como informales- que promuevan la
comunicación interna entre los diferentes niveles de la organización y una
visión externa, en donde la relación con los medios mediante acciones de prensa
y relaciones públicas son herramientas claves.
La relación con los medios es fundamental y debe
ser constante, ya que promueve la buena disposición de éstos y afecta
positivamente la actividad comercial, debido a que posibilita el conocimiento
de las actividades desarrolladas por la empresa y genera una percepción particular
y concreta en los clientes y otros sectores de la sociedad.
El rol de la relación con medios es claro: apoyar a
la organización a alcanzar sus metas, utilizando herramientas y oportunidades
de prensa estratégica y éticamente.
La principal ventaja que trae aparejada una campaña
de prensa es que la empresa logra que un “tercero” apoye lo que uno tiene para
decir de su empresa. Esto hace que los mensajes a entregar sean “creíbles”, por
la percepción que tiene el público acerca de la objetividad del periodista en
cuanto a la información que provee. Esta credibilidad es inclusive mayor a la
que ofrece las campañas publicitarias.
Un plan de relación con medios efectivos, es aquel
que está integrado a todos los aspectos de la organización. Cabe destacar que
por la importancia que tiene una buena estrategia de medios en el plan de
negocios de una empresa, y para evitar cometer errores y sobrellevar estos
miedos, es fundamental recibir una buena capacitación en manejo de medios. De esta manera, la comunicación como herramienta
estratégica, moldea las percepciones, motiva el comportamiento, ayuda a los
clientes a decidirse entre la variada oferta de productos y servicios,
convirtiéndose así en una opción vital para cualquier actividad.
Como bien señala Joan Costa, la comunicación es el
equivalente al “sistema nervioso central de la organización”, ello le permite a
la empresa operar integradamente (concepto de lo corporativo), con ajuste a sus
objetivos estratégicos de largo plazo (concepto de permanencia en el tiempo) y
con los necesarios indicadores de rentabilidad de gestión. La gestión apropiada
de los recursos de comunicación, tiende a afectar transversal y positivamente a
la empresa y a expresarse en aumentos de valor agregado y rentabilidad positiva
en los balances (gracias a una mejor percepción y evaluación por parte de los
stakeholders).
Es claro que el concepto de comunicación tiende a
perder su sentido en la empresa, cuando hay una carencia de orientación
estratégica. Dicho de otro modo: la comunicación en la empresa no debe ser sino
estratégica, lo que hace que el título de este artículo - en el espacio de la
organización - adquiera ciertos ribetes de redundancia (por ello hemos agregado
los suspensivos). Las diversas disciplinas y técnicas asociadas de alguna
manera a la comunicación de la empresa, ya sea desde la perspectiva del
producto o de la organización total (diseño, publicidad, relaciones públicas y
marketing, por ejemplo) son empujadas por fuerza de los hechos para abandonar
el nivel meramente táctico a través de un sentido global e integrador, mediante
el cual pretendemos alinear los recursos financieros y no financieros de la
empresa, con la debida orientación estratégica.
¿Requiere nuestra empresa de un plan de
comunicación estratégica? Por naturaleza los hechos han llevado a la
comunicación a asumir un papel estratégico en las organizaciones, lo que incide
en que, por ejemplo se incorporen cada día con más fuerza, soportes y elementos
que antes podían ser vistos como complementarios para las campañas de
comunicación.
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